viernes, agosto 18, 2006

ERIC JOISEL, EL ARTE DE PLEGAR




Las primeras " PAJARITAS "



Muy joven, dibujé mucho y practique escultura y modelado.

Después de haber trabajado hasta el 91 en la publicidad y en imprenta (el papel, siempre el papel), me hice, por fuerza, al principio, "cocotologo profesional".

Pero la papiroflexia es sin embargo una pasión, incluso después de numerosos años de infiernos financieros.





Hay que reconocer que es un oficio muy difícil, que no aconsejo a nadie. Las reflexiones más típicas del gran público, en particular en Francia, lo demuestran: no cuento más " ¿son los niños de la escuela de al lado quiénes plegaron este pangolín? ", " ¿Usted es casi un artista ", y " A parte su pequeñas jilipolladas de papel, tiene un oficio serio?” Hay que dar prueba de mucha tolerancia, y de perseverancia...



Pero las actividades son muy variadas: animaciones para mucho publico, formaciones de animadores o de diseñadores, cronológicas, exposiciones itinerantes, realizaciones para agencias de anuncio y sociedades, venta de plegados...

¡En una veintena de años, he debido enseñar por lo menos 20.000 horas, a cerca de 500.000 personas! Por cierto, hoy ODIO " al pájaro aleteador ", pero tengo la satisfacción de haber hecho progresar un poco el origami en nuestro país.




Esta vida un poco extraña comenzó con dos encuentros. ¡La primera se efectuó con una foto de fabuloso autorretrato de Yoshizawa! Cargada de una intensa emoción, esta cara quedó grabada en mi memoria. Mucho más tarde, en 1983-84, conocí de Usataro Kimura, japonés que vivía en Francia gracias a la Papiroflexia. Me enseñó mis primeros pliegues y me señaló la librería japonesa "Tokio-dô" donde corrí para arruinarme, gracias a los libros de Kawaï, de Kasahara, y por supuesto de Yoshizawa.








Primeras creaciones.




Pasaron 4 ó 5 años antes de sentirme capaz de crear mis primeros modelos. Para la mayoría de los plegadores creo, es una falta de confianza en sí mismo lo que les impide crear. ¿Sin duda también la pereza? Mis primeras "cocottes” eran sobre todo variantes de doblados existentes. La técnica del " box - pleating " fue para mí una revelación. Soy bastante malo en la concepción geométrica tradicional: ¡inútil tratar de rivalizar con Lang o Satoshi!.

A partir de 1988, comencé una serie de animales con escamas que utilizaban el " box - pleating ": el erizo, el caracol, la tortuga, el hipocampo, el pangolín...


Estos animales son "verdad 3D", es decir que la hoja de papel adquiere volumen desde los primeros pliegues, a diferencia de la inmensa mayoría de los modelos, concebidos y realizados planos hasta la última etapa donde se les da un volumen "artificial".

El hipocampo y la concha fotografiados al lado (y de los más recientes), representan la forma más acabada de esta búsqueda de la "verdad 3D": la hoja esta completamente cerrada sobre si misma, el modelo acabado puede ser mirado bajo todos los ángulos. Además, es divertido comprobar que ahora que no me interesa la forma final, la concha de papel (partiendo de un triángulo) se desarrolla exactamente como una verdadera concha, progresivamente enrollándose sobre su eje desde arriba hacia abajo.




¡Si se lo recortaba en dos, su estructura interna es la réplica de una verdad! Estos doblados esencialmente contenían líneas rectas, lo que parece bastante normal en doblado (!), pero no me satisfacía. Es ciertamente lo que me empujó a trabajar durante muchos años en la cara humana, donde la búsqueda de pliegues curvos, "no aplastados", y donde una parte de improvisación es requerida, de la misma manera que dar vida a un papel.

Estos “años máscaras" me han permitido adquirir mucha más maestría y libertad. Hoy puedo dedicarme a los personajes humanos, que me han atraído siempre (y que interesan sólo a pocos autores).




Pero mi trabajo se vuelve cada vez más contradictorio: el 50 % del "proceso-plegado" consiste en producir la forma general, completamente geométrica y tan fea que da miedo, el 50 % restante continuo deformando y destruyendo la forma obtenida, para darle volumen, líneas curvas y sobre todo vida!



La primera parte ha sido reflexionada y probada numerosas veces, la segunda es a menudo más improvisada.

Concerniente al papel, el uso de un papel sándwich metal/papel, es el conveniente para esta improvisación. Pero nada da la dulzura de un resultado final como el plegado humedecido (wet-folding).




De hecho, 20 años más tarde, no he encontrado todavía el material ideal. Esto podría tener el mismo proceso del metal plegado con martillo sobre un yunque, como la mas antigua técnica del “dinanderie” -es una técnica que consiste en fundir y dar forma al metal (cobre, latón, plata, estaño …) por medio de golpes de martillo-.

Pero es evidentemente una curiosa forma de plegar …papel.

Esto prueba también quizás que mi dirección de trabajo es un error total...





POR FAVOR, DIBÚJAME UN PANGOLIN...


He hablado de "verdad 3D", de pliegues curvos, no aplastados, de improvisación... En estas condiciones, ¿cómo diagramar mis modelos? Allí tampoco, he encontrado una solución satisfactoria.





Para numerar mis “cocottes”, podría resumirlos, en un innoble “frangles”, por : "se hace todo el pre-crease, se colapsa, y luego me busco la vida "! (Para un pangolín, elaborar el pre-crease durante una larga semana, colapsar, y dejado cocer a fuego lento dos o tres días sin estar seguro de llegar a algo).



Para ciertos modelos, soy incapaz de producir una copia. Un diagrama no tiene pues ningún sentido, y he debido hacer sólo 5 o 6 en mi carrera. ¡Todavía se trata de modelos especialmente concebidos para enseñar!

No puedo pues transmitir (“share" como dicen), que por fotos, crease-pattern y textos explicativos.

¡A cuantos he decepcionado!..., qué me pedían el diagrama del erizo o del pangolín, me avergüenzo de ello!

Y sé por experiencia que poquísimos lectores habrán plegado mi pez tal como yo lo veo...


ALGUNAS reflexiones A GRANEL


Entre mis autores favoritos, citaré por supuesto al maestro Yoshizawa, por TODO lo que aportó al origami. Si usted tiene sólo 5 libros de origami, éstos deberían ser los suyos; Paúl Jackson que tiene una reflexión intelectual muy interesante, que yo sería incapaz de tener; Herman van Goubergen para el récord de inventiva, Giunta y Giang Dinh para la sensibilidad.

Todo lo que ODIO: la ausencia de vida y de generosidad en los modelos. La complejidad por la complejidad. Y muy especialmente los diagramas en 2.753 etapas.

El proceso actual hacia la complejidad es bastante lógico, pero no habría que perder de vista que la técnica es sólo un MEDIO, nunca un FIN.




Después de la progresión técnica vertiginosa de estas últimas décadas, desearía una vuelta hacia la sensibilidad. Sin duda es, simplemente, que envejezco: hace 15 años, fui catalogado entre los "complejos" y los "demasiado modernos".

A los 48 años, comienzan a decirme simple y carroza. Esto debe ser ley de vida...

En un plano más político, el gran público se pone cada vez más a plegar, o simplemente a interesarse por el origami. Los grandes acontecimientos como el reciente "Masters de Salzburg", después de los Festivales de Charlotte (USA), del Carrousel del Louvre en 98, de la exposición de Yoshizawa en Tokio en el 99, y del Museo Mingeï (USA), o bien el desorden enorme de los millares de sitios web lo prueban.

Espero que estos acontecimientos del grande público se generalicen en el futuro.

Si el sitio web todavía existe en el momento de aparecer este articulo, vaya a ver:

http: // www.hangar-7.com / mastersoforigami /

El origami es una arte? ¡Discusión recurrente jamás cortada! ¿Lo esencial no es el comprobar el placer, por si mismo, y si es posible darlo a los otros?