lunes, junio 01, 2009

TOULOUSSE Y ZARAGOZA, ENCUNTRO DE PAPIROFLEXIA EN AYGUESVIVES.

DEDICADA A ANETTE HASSERFORDER

La pasada semana Anette Hassenforder nos dejo, se fue a donde el plegado es más libre, donde el arte del plegado es aun más bello, allí se encontrara con más amigos que nos han ido dejando, formando el club de origami de más altura que existe.

Annette, la conocí por referencias, mi amiga Claudine siempre me hablaba de ellos, de Paúl y Annete, lo decía tan rápido (Poliannet), que yo, hasta mucho tiempo después no descubrí que eran dos personas, dos maravillosas personas.

Las conocí personalmente en la convención de Barcelona, después en la convención de Verbania y por ultimo en los encuentros de Toulouse, allí descubrí el corazón tan grande que tenia.

Esta entrada casi estaba en el olvido, recogí el texto que mi amigo Luís Fer escribió como diario de viaje, las fotografías de todos los miembros que participamos en el encuentro, y el video que realizo Jorge Pardo.

Espero que sirva de homenaje a una mujer que entrego parte de su vida a hacer feliz a muchos contando historias y plegando papel.


I ENCUENTRO PLEGADORES TOULOUSSE - ZARAGOZA.




14 DE NOVIEMBRE, viernes


Siete miembros del GRUZAPA parten de Zaragoza dirección Toulouse, en dos coches. En el primero, conducido por Jorge, viajan Vanessa y Ana Helena. Salen a media mañana para gozar de un aprovechamiento más turístico del viaje.

El segundo coche, el de Luis Fernando, sale después de medio día, alrededor de las 15 horas. En él se recoge a otros tres viajeros que primero han de cumplir con sus obligaciones laborales. Luis Fernando termina su última clase en el Centro Penitenciario “Pignatelli” a las 14:20 y se introduce decidido por el barrio Valdefierro para recoger a su colega Joaquín, que acaba de llegar de dar también sus clases en el instituto de Épila. A toda la velocidad que les permiten los radares de Vía Hispanidad, se plantan en pocos minutos en el cruce de las vías Hispanidad e Ibérica. Allí les espera el tercer profesor, Charly. Continúan por la Ronda Hispanidad, por mal nombre el Tercer Cinturón, hasta llegar a las tapias del cementerio. Paran junto a la vetusta entrada que otrora fuera principal y a los pocos minutos se ve, embutida en un abrigo oscuro, la reconocible silueta del presidente, Felipe, que acarrea con resolución su voluminoso equipaje. Todos listos. Adelante hacia el Cuarto Cinturón y a la carretera de Huesca.


Luis Fernando ha preparado con ilusión un DVD repleto de literatura para amenizar el viaje. Pero, horror, la lectora del coche no reconoce la grabación. No importa. Hay otros deuvedés con música, y además está la radio. Aunque de todas formas nada de ello es necesario: en seguida se entabla una entretenida charla en la que se habla de noticias de actualidad de la papiroflexia y del resto del mundo. La noticia más comentada por estas fechas es la reciente victoria de Barack Obama en la carrera por la presidencia estadounidense. Pero no es el único tema que se habla en el coche…

Mientras tanto, otros dos miembros del GRUZAPA, José Ángel y Miguel se han acercado a Ayguesvives desde Pau, donde residen actualmente mientras realizan su curso Erasmus. Los ha acercado Michel, plegador francés que dedica su vida activa a atender a “les enfants de la lune”, niños que padecen una enfermedad genética que les impide vivir bajo la luz solar.


Los coches avanzan por la carretera, española primero, enseguida francesa.

Naturalmente, el de Jorge es el primero en llegar.

El segundo coche sigue su viaje. En poco más de dos horas se planta en la boca del túnel de Canfranc. Allí les espera el primer contratiempo. Un convoy de mercancías peligrosas se adueña del túnel y tienen que esperar cerca de veinte minutos. No importa. Es momento de salir, tomar algo del fresco aire del pirineo y merendar unas tortas de Épila que Joaquín, con buen criterio, ha tenido el buen gusto de traer en su mochila. De postre, barritas energéticas que en el último momento puso Mari Carmen, la esposa de Luis Fernando, en su respectiva mochila. Unos largos tragos de agua, y de nuevo al coche. He aquí que pasan ya los camiones cargados de a saber qué peligrosos líquidos inflamables o lo que sea. Al salir del túnel, ya están en Francia.


Al pasar por Urdos, otro percance, esta vez más divertido. En mitad del pueblo surge como de la nada una especie de policía destocado que nos hace parar. Luis Fernando tiene la teoría de que nos ha visto por un monitor que transmite imágenes desde alguna videocámara situada en las inmediaciones del pueblo.

¿De donde vienen? ¿Hablan francés? ¿A dónde van? ¿A Toulouse? ¿A qué?

Y aquí viene nuestra inesperada respuesta: a doblar papel. El gendarme no puede disimular una expresión de incredulidad. Por su cabeza lógicamente tiene que cruzar un razonamiento parecido a éste: “desde luego, tiene que ser verdad; unos delincuentes jamás darían una respuesta como esa”.

Está tan desconcertado que se le escapa una pregunta incoherente: ¿Para qué empresa? ¿Cómo que para qué empresa? ¿Acaso hay empresas en Francia que contratan plegadores de papel españoles? Tendríamos que habérselo preguntado, de todos modos.


En fin, le decimos que somos de una sociedad cultural española y nos permite seguir adelante.

Continuamos rodando por carreteras secundarias galas, Borce, Lescun, Bedous…, repletas de carrefours. Bueno, de rotondas, a ver si algún lector está pensando que hablamos de áreas comerciales…Hacia las seis estamos ya por Oloron Sainte-Marie, la población hermana de Jaca. Uf, aún queda bastante…

Seguimos hasta Pau, y en cuanto podemos nos metemos por la autoroute A64 desoyendo resueltamente los consejos que nos da el navegador Gueparde que ha puesto Luis Fernando en funcionamiento. Mejor para nosotros. Una vez en la autopista ponemos el coche a velocidad de crucero de 130 por hora. Ya era hora. En el área de descanso de “Les Bordes” –no miramos a nadie- paramos a descansar y desentumecer los miembros. Luisfer cede los mandos a Felipe y continúa la marcha.


El coche de Luis Fernando tarda en llegar. ¿Se habrán perdido? Poco después de las siete llaman. Están rodeando Tarbes.

Nuevas llamadas desesperadas. Son ya las ocho y pico y los pobres franceses se mueren de hambre y sueño. ¿Cuándo llegarán los espagnols?


Bien, una vez que salimos de la autopista hay que hacer caso al navegador. Y gracias a él llegamos rápidamente a Ayguesvives. Nos dicen por teléfono que vayamos directamente a casa de los LeRoy, adonde nos irá a recoger la propia Mariannah. Efectivamente, son poco más de las nueve cuando en la misma puerta de su casa aparece nuestra anfitriona.

Entre hurras y vítores Felipe y sus acompañantes hacen su entrada triunfal en la enorme Sala de Fiestas de Ayguesvives. Han instalado una preciosa exposición. Y lo más importante: en la zona opuesta hay preparada una mesa corrida con la cena…

Saludos, besos, abrazos. A toda velocidad nos vemos obligados a desenpolvar el francés medio olvidado desde el bachillerato. Allí están, además de los tolosanos, Claudine, los Hassenforder y Michel. Nos reparten tarjetas de plástico con el nombre. Vemos, divertidos, que Joaquín ha sido rebautizado como Joaquín Anillos. Eso le pasa por ser fan de Tolkien. Justicia poética.

La gente remolonea bastante pero al fin se consigue que nos sentemos a cenar. El menú: cassoulet de judías blancas con pato, de primero, y ensalada, de segundo. Lo que habéis leído, amigos: aquí comen la ensalada de segundo plato. Bueno, una ensalada que consiste en hojas de lechuga a secas y sin otro aliño que una salsa amarilla que ya lleva todo: aceite, vinagre, sal y algo más que el cronista no sabría decir ahora (ni entonces).

Después de la cena, llega el momento más deseado: las clases de froissage. Allí tenemos a Paul y Anne que se esfuerzan en mostrarnos los rudimentos de esta innovadora técnica origamística. Plegamos tres modelos básicos: pliegues longitudinales, pliegues arbitrarios y pliegues longitudinales con apéndice fúngico.



Rendidos de cansancio nos retiramos a casa de los LeRoy. Llega un momento crítico: el reparto de habitaciones. Bueno. Nos repartimos de dos en dos. Como Jorge es el que más ronca, le dejamos dormir solo en el sofá del cuarto de estudio. Los más animados, Joaquín y Miguel, se avienen a dormir en la caravana. En pocos minutos, todos roncando y soñando con pajaritas aladas.

15 de noviembre, sábado

Durante el desayuno, Felipe hace un duro repaso a Miguel acerca de importantes autores del mundo de la papiroflexia. Hummm. Notamos ciertas lagunas en los miembros más jóvenes del GRUZAPA. Nada, nada, habrá que ponerlos a estudiar…

Por la mañana plegamos la Magic Ball de la mano de Charly. Todos terminamos hasta el gorro de pliegues y contrapliegues paralelos, ortogonales y diminutas bombas de agua revertidas. Pero el resultado merece la pena.

Apenas hemos hecho la digestión del opíparo desayuno en casa de los LeRoy (hay que destacar la soberbia “mermelada de canard”) cuando ya tocan a rancho. ¡Qué manía estos franceses de comer tan pronto!

Esta vez el plato fuerte tiene aromas orientales: una especie de cuscús que denominan taboulé.


Esta vez el vino no es sólo francés.


Después de comer, seguimos con el froissage. Esta vez plegamos las clásicas formas biológicas (a partir de un triángulo equilátero y luego de un cuadrado). Pero en seguida pasamos a lo importante: a plegar sombreros de copa, canotiers y gorros de fantasía.


Para la cena, pescado del Garona con ensalada.

Después de cenar, Vivianne nos enseña a plegar una iguana que ha seguido los principios darwinistas de la evolución.


Pero antes de retirarse hay que tomar una importante decisión: ¿qué haremos mañana? ¿Una visita turística a Toulouse o una continuación de las clases?

La decisión es rápida y unánime: hace frío y tenemos ganas de plegar. Toulouse podrá esperar hasta otra ocasión…

De todos modos, hay pocas ganas de plegar. Pedimos a Joaquín que nos enseñe a plegar los anillos de Melisande. Y una vez más, Luisfer consigue escaquearse de enseñar a plegar el toro de Gabriel Álvarez…


16 de noviembre, domingo



Por la mañana, lo primero, revisar cómo van quedando los sombreros y gorros que se quedaron en proceso de secado.

Llega la clase de Felipe. Todos a mojar triángulos blancos para hacer el mítico cisne de Yoshizawa. Por un momento, la mente de Felipe absorbe el blanco de los triángulos: no ha traído los desarrollos y se ve obligado a desplegar uno de muestra. Bueno. ¿A quién no le ha pasado alguna vez?


Llega la hora de comer. Francis nos ha preparado esta vez un rico arroz con huevo duro y vegetales. También hay una cazuela de tabulé, que ha sobrado de ayer.
Pero antes de comer, momento trascendental: nos ponemos los sombreros y nos hacemos una fotografía en las verdes praderas de Ayguesvives.


En el último momento, cursos intensivos a la desesperada: “on fait la Fleury” con Paul a la vez que pedimos a Ana Helena que nos explique por lo menos un módulo de los fuegos artificiales… por favor.


Llega el momento de las despedidas. Son ya cerca de las cuatro y espera a los viajeros un largo recorrido de seis horas hasta Zaragoza.


Seguimos en caravana el coche de Michel hasta cerca de Pau. En las afueras, el navegador Guepard nos dice que nos desviamos. Le hacemos caso. Ganamos unos eurillos de autopista a cambio de hacer varias decenas de kilómetros por carreteras con rotondas.


Conforme nos acercamos a España, el problema de siempre: no hay manera de encontrar gasolineras abiertas en Francia el domingo a partir de las cinco. Jorge se detiene en Oloron y consigue echar un poco. El coche de Luisfer aguanta un poco más y llega, echando mano a la reserva, hasta la gasolinera de Vilanúa. Y tras pasar un férreo control policial, nos reunimos los siete en La Estrella, el legendario bar de los montañeros de las faldas del Collarada.